Hoy cuando venía al curro he visto dos niñas sentadas en un bordillo, eran las 9:00 y me ha chocado ver tan pronto a dos niñas en la calle, inmediatamente me he retrotraído a cuando era un niño, a esa ilusión de quedar pronto con los amigos para ir a hacer cualquier cosa que se nos hubiera ocurrido el día anterior, reconozco que soy un tipo con mucho amor al pasado y a las ganas que teníamos de compartir los unos con los otros.
Hace tiempo escribí sobre las decepciones y que es algo interiorizado en cada uno con el denominador común de esperar lo que nosotros creemos que debe pasar o nos merecemos, sigo pensando lo mismo sin embargo me asusta terriblemente la capacidad que tenemos para volvernos cómodos y cómo nos volvemos prácticos para justificar ciertas modos de comportamiento, sólo en un caso no buscamos excusas para estar o asistir, en la muerte.
El único sitio donde nunca falta nadie es en un tanatorio, ni en bodas ,ni en cumpleaños, ni en aniversarios, nada, cuando alguien se muere no te planteas una justificación ,simplemente vas, salvo que ya seas el más perro de los perros o te pillé a tomar por el culo, estaremos de acuerdo que es un momento para acompañar a una persona que quieres para que sobrelleve su pena, que además en muchos casos a la mayoría se le hace pesado y lo que tú pensabas que estaba bien resulta que acaba siendo algo cansino (entendiendo que es un momento difícil claro está).¿Si estamos en lo triste porque nos cuesta tanto luego estar en lo feliz ? ¿porqué llenamos el hilo telefónico de excusas que tendremos que creernos a la fuerza? , puedo comprender la falta de dinero, puedo entender la responsabilidad adquirida en un momento dado pero jamás de los jamases entenderé la pereza y menos aún la desidia, por una razón simple que no es otra que "si alguien te está pidiendo tu presencia lo más normal es porque sea importante para él o ella", esta es una máxima que no es que nos pasemos por el "forro" es que simplemente ni reparamos en ella , en un ejercicio de autocrítica nos importa un pepino lo que tu quieras porque en nuestro sofá estamos de lujo.
Cambiamos con el tiempo, al hacernos mayores nos hacemos despegados,perezosos y porque no decirlo , odiosos, hemos malinterpretado el sentido de las redes sociales y algo que debía servir para unirnos lamentablemente nos va separando, ¡si hasta tomar un café con un amigo ya resulta difícil!. La vida ha cambiado de la época de nuestros padres hasta ahora pero no tanto como para ser seres tan poco afables, nos llenamos las bocas de te quieros, los cuerpos de abrazos y los whatsapps de risas .....todo esta lleno sí, pero sólo de aire como las malas empanadillas, el relleno de verdad está en lo directo, en las ganas de verse,de tenerse, de compartirse ,de divertirse y sobre todo de darse.
Puede que seamos muy felices toda nuestra vida estando apaciblemente aislados con la comodidad que nos da saber de alguien desde nuestro móvil , o no , a veces ni eso nos hace falta....pero no conviene preocuparse demasiado porque cuando nos llegue nuestra hora seguro que todos esos a los que no quisiste disfrutar mucho en vida te hartarás de verlos desde tú lecho de muerte.Al fin y al cabo lo importante es el equilibrio ¿no?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario