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martes, 4 de septiembre de 2012

SONRISAS Y LAGRIMAS

  A veces resulta difícil entender algunos comportamientos humanos,uno de los que más me cuesta digerir es como la alegría de uno puede provocar el malestar de otros, es igual que la teoría de los vasos comunicantes, ¿como es posible? acaso no sería más lógico pensar que tu felicidad contagia de la misma a otras personas ,allegadas o no, al fin y al cabo la sonrisa es algo contagioso pero claro el bostezo también lo es y eso no hace que te despiertes más,¿verdad?.

  Pues bien, que puede provocar ese sentimiento de rechazo a la alegría manifestada por otro que no seas tú, a medida que observas y piensas en ello se te vienen a la cabeza varias causas,voy a intentar enumerar alguna y ya me diréis si pensáis lo mismo que yo o por el contrario me he tomado una dosis de paranoia con cerveza.

 Primera causa : envidia, la probabilidad de que alguien se enfurezca porque  que tú estés bien es proporcional a las ganas que él o ella tienen de alcanzar ese estado,cuando esto ocurre la persona envidiosa tiende a asesinarte con la mirada,a despreciar lo que haces y lo que representas, sólo si consigue penetrar en tu círculo y formar parte de ese sentimiento alegre se sentirá bien,pero ojo, las personas envidiosas no sólo querrán compartir sino que trataran de chupar para sí todo lo que ello conlleva, la conclusión es sencilla,por mucho que lo desee nunca será feliz porque no es su estado natural.

 Segunda causa: rencor, está sensación es aún peor que la anterior, ya que no sólo desprecia tú estado en ese momento sino que viene ya infectada con anterioridad, esto quiere decir que cualquier cosa que hagas o digas en un tono distendido y o de algarabía será entendido como una afrenta personal aunque ese persona nada tenga que ver en el asunto,esto es peligroso porque "no hay más ciego que el que no quiere ver" y en este caso el elemento discordante te buscará para poder enfrentarse a tí y demostrarse a si mismo que es mejor que tú, y digo demostarse porque absolutamente nadie más que él entenderá el porque del enfrentamiento,diagnóstico, el tipo necesita despojarse de ese odio y tener un visión más en perspectiva de lo que significan las personas.

 Tercera causa: inseguridad, quizás la menos comprensible de todas pero a su vez la más compleja de llevar, los comportamientos de personas vivaces y extrovertidas no son bien asumidos por personas apocadas y poco dadas al esparcimiento , estas personas suelen tener miedos ocultos y no llevan bien cualquier comentario o apreciación a su manera de comportarse, esto hace que recelen de todo aquel que no tiene problemas de exhibir su personalidad sin temor al que dirán, logicamente, cuando alguien hace exaltación de lo feliz que es y la otra persona no consigue alcanzarlo por miedo a lo que ocurra después, provocará  una desembocadura de enfado y frustración en medidas equivalentes, curación, resetear la mente y pensar que nadie es mejor que nadie,simplemente diferentes.

  De todo esto hablo tan libremente porque yo he sido víctima y agresor en algunos de los casos, cuando fui victima no me sentí bien, sobre todo cuando no me dieron la oportunidad de explicarme y me juzgaron sin abogados, cuando me toco el papel de agresor tampoco me sentí bien porque nadie merece ver cortada su alegría sólo porque tú seas un amargado, ahora con el tiempo y la perspectiva que me dan los años, me he dado cuenta que cualquiera que esboce una sonrisa pura en este mundo de situaciones complejas lo único que merece es gratitud,seguimiento,ánimo y compañía, todo lo demás son problemas mentales que cada uno debe resolver lo mejor que pueda y la mejor manera es olvidarse de que nadie disfruta por el mero hecho de hacerte daño a tí.

  Así que si en algún momento te sucede algo parecido, ya sabes - " no hay mayor desprecio que no hace aprecio" -


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