Alguna vez he mencionado aquello de - "solo se decepciona aquel que espera algo"- ,es muy complicado complacer a todo el mundo cuando ni siquiera sabes como hacerlo,nos pasamos parte de nuestra vida esperando que la gente que nos rodea nos contente de una u otra manera cuando la realidad debería ser bien distinta,más bien tendríamos que dar sin esperar a recibir ,seguramente mejor le iría a nuestra cabeza y a nuestro corazón que al fin y al cabo son los que más disgustos se llevan.
Es más que probable que la mayoría de nosotros pensemos que todo lo que hacemos nunca se vea recompensado con lo que recibimos a cambio y es probable que sea así pero no por ello tenemos que hacer un juicio sumarísimo a aquel que en un momento concreto no te da lo que tu quisieras de él,a veces las personas tienen otros problemas propios como para pensar en el ajeno, puede que lo entregado tuviera la mejor de las intenciones y tú recibimiento no sea el más acorde por puro egoísmo, o simplemente no somos el centro del universo aunque a veces creamos que sí.
Existen dos tipos de decepciones, las que se dicen y las que se callan, particularmente las dos me parecen lícitas pero cuando habla tiene que tener muy claro por donde pisa porque a veces puede causar daños irreparables.
La decepción hablada pasa por hacerle ver a la persona que te ha fallado cuales son tus malestares y en que terreno uno no ha obrado bien , en este punto es tan importante expresarte bien como estar abierto a recibir la explicación correspondiente,algo que la mayoría de las veces pasamos por alto,(de inteligentes es hablar y de sabios escuchar), en este punto es donde se genera un mayor conflicto entre lo dado y lo esperado,uno cree que merece y el otro que creer no implica obligación, si no se llega a un entente lo más probable es que el asunto se enquiste y acarree problemas futuros, si por el contrario la cosa es entendida por ambas partes pues perfecto y a otra cosa, ¡ojo! cuidado con creerse unos derechos preestablecidos sin mirar hacia atrás,lo más probable es que la persona que se defiende se vea injustamente maltratada porque siempre da y para una vez que no lo hace (porque además no tiene la obligación,insisto en esto) ya se le considere culpable,en la memoria reside la justicia y es importante hacerle ver que es un hecho aislado y no una constante,vaya a ser que le hagas sentir como algo que no es.
La decepción callada sin embargo genera un mayor tacto de las situaciones, todos nos hemos visto en una de estas, la acción es la misma pero la reacción es muy diferente,generalmente expresas tú rabia y decepción en forma aislamiento y desazón hacia esa persona pero si eres inteligente y normalmente lo somos,al final después de hacer un resumen mental de lo sucedido una y otra vez te das cuenta que aquel que te daño no lo hizo con mala intención y que tus ganas de ser agradado o poseedor de algo te hicieron ver algo malo donde en realidad no había nada,ni ganas de agradar ni ganas de ofender,simplemente nada.Puede que a veces también recurras a alguien cercano para buscar consuelo,no está mal si te sirve de desahogo pero cuidado con hablar con alguien poco objetivo porque en vez de ser de ayuda más bien será todo lo contrario.
Por todo esto no creo demasiado en las decepciones y no creo porque después de vivir muchas de ellas tanto como decepcionado como decepcionante la única conclusión real que saco es que es mejor no esperar nada de nadie y bienvenido sea si llega, quizás nos generamos demasiados dolores de cabeza pensando en lo que pudo ser y no fue...además si una cosa tengo clara es que si alguien me quiere de verdad no creo que su objetivo sea el de hacerme daño ,más que nada porque si yo creo que Él me ha fallado lo más probable es que este fallando yo por dudar de aquel que siempre está a mi lado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario