El día que me muera espero no haberla pifiado demasiado,no porque crea que vaya a ir al infierno (algo en lo que no creo demasiado) ,si fuera así seguro que el demonio me hacía un hueco a su izquierda,a la derecha se sientan los buenos ya se sabe,más bien siempre he pensado que el día que abandone el mundo de los vivos lo lógico sería irse con la conciencia tranquila , ya no me importa haber dejado huella o no,al final el tiempo es la tierra que nos sepulta en el olvido de las mentes que no en el de los corazones de los que siempre nos quisieron.
Siendo esta sociedad como es,cada vez menos devota y menos creyente conviene no olvidarse que a medida que nos hacemos "viejitos" siempre o casi siempre intentamos ser mejores y redimirnos de las faltas cometidas, seguramente no sea por buscar paraísos ni por evitar limbos ,puede que la explicación sea el sentido común que aparece progresivamente en nuestro guión particular,ese que por mucho que leamos siempre esta sujeto a todos los cambios posibles. Pues bien ¿que hacer para morirse tranquilo? (si es que pensar en ello tranquiliza a alguien), tomando la muerte como algo natural que por narices nos va a llegar mi idea es no joder demasiado al prójimo, no creo que estando ya bajo tierra tenga demasiado tiempo para pensar así que voy pensarlo ahora
Regla número uno.-Olvidarme de rencores,malicias,envidias y demás poyadas que me hagan desviarme de un bienestar interno que no deja de ser el mio propio,al final esto no deja de ser una pérdida de tiempo que deriva a comeduras de tarro innecesarias,¿ que saco yo estando todo el día con cara de perro por un enfado?nada de nada,joderme y joder, así que a desterrar toda esa mala energía.
Regla número dos.- Disfrutar de lo que tengo y de lo que me ofrecen los demás sin pensar en porqués,mi vida no es un dechado de opulencia y riqueza pero tengo lo que necesito para no pasar calamidades que por desgracia otros en este mundo otros no tienen,además tengo la inmensa fortuna de tener unos amigos y una familia que me otorgan lo suyo como si fuera mio,son generosos en compartir y yo agradecido por ello intento disfrutar de todo como si fuera la última oportunidad.Al fin y al cabo que sentido tiene guardarse algo bueno si no lo puedes compartir con los que quieres.Esto en cuanto a lo material porque en el aspecto emotivo nunca podría tener queja ni reprochar nada a nadie, hay que ser justo y valorar que todo el cariño que me dan siempre es mucho y nunca insuficiente, yo no soy nadie para medir eso a la baja.
Regla número tres .- No volver la espalda a quién lo necesita, alguna vez lo hice y siempre me sentí mal por ello así que de un tiempo a esta parte todo lo que está en mi mano para ayudar nunca será escatimable por mi parte y es que no hay mayor recompensa en esta vida que ver la cara de alguien que es feliz gracias una palabra,un abrazo o un gesto desinteresado , desinteresado en no recibir pero interesado en recuperar la sonrisa que se había perdido.
Sólo con estas tres simples reglas creo que el día que llegue mi hora me iré sin pensar que me dejo algo en el debe.Unos estarán de acuerdo,otros necesitarán más y otros menos pero no hay más verdad que la de uno mismo y la mía reside en no descuidar lo que tengo y lo que soy,más que nada porque soy quién soy por tener a quienes tengo a mi lado.
Nota .- Señora parca si por un casual lee esto no piense que tengo prisa por irme con usted,nada más lejos de la realidad, por mi como si se olvida de mi hasta dentro de cien años,aún tengo mucho que dar aquí,que tenga un buen día.
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